Las matemáticas de Amoroso no cuadran y la oposición grita fraude contra Edmundo

Lunes 29 de julio de 2024

[Relleno]

Algo huele mal con las actas, y no en Dinamarca

A las 12:10 de esta madrugada (hora venezolana), hora en que se minimiza la posibilidad de cualquier reacción, Elvis Amoroso, presidente del CNE, dio este extraño primer boletín de tendencia «irreversible»: Nicolás Maduro, 5.150.092 de votos (51,20 %); Edmundo González, 4.445.978 (44,02 %), «resto de los candidatos» 462.704 (4,6 %). Todo esto con apenas 80 % de las actas escrutadas (un número sospechosamente exacto y bajo para un primer boletín) y una participación proyectada de 59 % que nos grafica el mordisco de los migrantes sin derechos políticos. Un cálculo matemático simple indicaba que con 80 % de actas no se podía dar un resultado irreversible (en las presidenciales de 2012 y 2013, por poner un ejemplo, nunca se dio un primer boletín sin menos de 90 y pico % de actas). Además, hasta el momento en que escribimos esta Arepita, el CNE tampoco ha mostrado resultados que sean auditables. Ya vamos para allá con la reacción internacional.

Por cierto, desde el oficialismo se asoma la tesis de un «hackeo» contra el sistema electoral que podría servir para justificar más detenidos, represión y, ¿por qué no decirlo con todas letras? Un fraude.

«Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González Urrutia», aseguró María Corina Machado (1:00 de la madrugada); en los resultados de la oposición, el candidato de la Plataforma Unitaria arrasó con una proporción de 70 % a 30 %. Aunque a esa hora, en la quinta Bejucal de Caracas (la sede del Comando con Venezuela) solo habían tenido acceso a 40 % de las actas. En redes sociales llovían resultados parciales de actas en las que González ganaba por paliza. Obviamente, estamos hablando de casi 16.000 centros de votación y no teníamos acceso a todos. Una de las grandes preguntas es qué pasó con el otro 60 %: las mesas menos auditables o accesibles para los testigos de la unidad. No se anunció ninguna manifestación en la calle, aunque MCM pidió a la gente ir en familia a acompañar a los testigos en los centros de votación.

«Es fundamental que cada voto se cuente de manera justa y transparente y que las autoridades electorales publiquen las actas (...). Nos preocupa seriamente que el resultado anunciado no refleje la voluntad ni los votos del pueblo venezolano»: Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, tras el boletín con olor a mapurite. Podríamos decir que fue suave: las cancillerías de Perú y Costa Rica asomaron abiertamente la palabra «fraude». El gobierno de Lula espera por las actas y el máximo representante de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que «es vital asegurar la total transparencia del proceso electoral». Gabriel Boric, presidente de Chile: «El régimen de Nicolás Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer». Como siempre, la gran pregunta es qué pueden hacer la sociedad civil o la comunidad internacional si nuestras fuerzas armadas (por ejemplo) se quedan calladas. Pero sí: los ciudadanos tenemos que exigir e insistir.

Porque además tenemos al menos un muerto que lamentar: Julio Valerio García (40 años) era una de las personas que estaba esperando por el escrutinio público en Táchira. Grupos armados no identificados le dispararon desde un automóvil. En la gran pintura es cierto que las elecciones fueron mayoritariamente pacíficas, pero otros desconocidos también hirieron a una señora fuera de un centro de votación en Maturín. Y nadie puede hablar de un proceso justo cuando siguieron las detenciones de opositores, bloqueos en Internet de medios independientes y obstáculos para los periodistas.

Esta Arepita, irreversiblemente, seguirá aquí para informarte de lo que vaya pasando en los próximos días y en los tiempos por venir. El sol volverá a salir ☀️.        

[Masa migrante]

Saben que lo logramos

Por Dariela Sosa, fundadora de Arepita

Ayer alcanzamos un récord Guinness de esperanza colectiva, en magnitud del sentimiento y en número de personas que lo compartieron. El 28 de julio de 2024 pasa a ser parte de nuestro sistema venezolano de referencias compartidas. La sed de cambio y las ganas de reencontrarnos unieron a la mayoría de los nuestros; es la gesta épica de nuestra época, la que nos tocó vivir.

El equipo electoral de Edmundo y María Corina está trabajando duro para tener la mayor cantidad de actas en la mano. ¿Será suficiente para refutar los números del CNE? En las próximas horas lo sabremos. Mientras tanto, el CNE difundió unos resultados sin respaldo, sin pruebas, y la gente en las calles y la comunidad internacional lo sabe. Ningún gobierno serio ha reconocido a Maduro como ganador. No nos sintamos derrotados, porque no lo estamos.

Incluso con resultados verificables en mano, vienen tiempos duros —nadie dijo que salir de una autocracia era fácil—. Sin embargo, tenemos nuevos recursos: el liderazgo opositor está actualizado y legitimado a través de unas primarias recientes.

Estemos atentos a las acciones que se comuniquen para hacer respetar la soberanía popular. La defensa de la verdad no es violencia. Sepamos que estamos en un maratón y que en la historia de las transiciones hay casos que comenzaron con un fraude descarado y al poco tiempo cayeron los tramposos... Pérez Jiménez, por ejemplo, para hablar de nuestras propias experiencias.

A pesar de las condiciones autoritarias y las innumerables trabas impuestas por el régimen, hay millones de personas valientes que salieron a votar y a defender el voto de otras. Estamos acompañados, y somos muchos. Es crucial, ahora más que nunca, mantenernos unidos y organizados.

«En medio de la mentira, por encima de ella, en la hendidura, busca este país su verdadero rostro para curarse». Rafael Cadenas

Arepita