Ni fe de vida, ni vida: aún no se sabe nada de Valecillo (pero sí de nuevos presos políticos)

Miércoles 11 de diciembre de 2024

[Relleno]

Horror de larga data 💔

«Una fractura de larga data»: fueron publicadas fotos de un examen médico a Rocío San Miguel, las primeras desde su detención. ¿Fue antes? ¿Fue después? Solo sabemos que la lesión requerirá una operación. Y que, probablemente, se le sumarán nuevos compañeros de celda: sujetos encapuchados secuestraron al exconcejal Jesús Armas (Vente ofrecerá una rueda de prensa hoy afuera del MP), y la PNB de Cabimas detuvo al alcalde de la ciudad, Nabil Maalouf: allanaron su casa e intervinieron el despacho municipal. ¿Excarcelaciones? La Fiscalía promete liberar a más jóvenes detenidos. ¿Fe de vida? De eso no se sabe nada: la mamá de Carlos Valecillo aún no conoce el estado de su hijo.

Mientras, las familias no solo padecen el horror emocional, sino también el económico: entre 1500 y 3000 dólares han gastado familiares de detenidos poselectorales en Tocuyito en alquiler de vivienda, pago de transporte, alimentación y medicinas. «La justicia es un derecho irrenunciable. Nuestra lucha no cesará hasta que podamos vivir en un país donde la justicia sea una realidad»: Delsa Solórzano pide al fiscal de la CPI que avance en la investigación sobre Venezuela. El Congreso español quiso echar una ayudaíta y propuso un proyecto para que Pedro Sánchez solicite a la CPI orden de arresto contra Maduro. Pero el gobierno de España criticó la sugerencia y dijo que no querían «vulnerar el Estatuto de Roma». Cosa que al Estado venezolano no le importa mucho: la CIDH condena hostigamiento y exige salvoconductos para asilados en la Embajada de Argentina en Caracas.

«Vienen días retadores y peligrosos», advierte María Corina Machado sobre el Día D, aunque enfatizó que el cambio político en Venezuela «no está sujeto a fechas», y que es un proceso que se inició el #28J. Una dosis necesaria de realismo 💊 (👁️ que no es lo mismo que negativismo). Edmundo González dice que necesitarán «la máxima presión democrática y diplomática» contra Maduro. Y las calles en Petare ya se preparan: en la localidad caraqueña también aparecieron grafitis con mensajes para el 10 de enero.

¿Y el gobierno? Investigación de la ONG Probox reveló que el régimen migró su «tropa digital» de Twitter a TikTok para difundir su propaganda y desinformar. Pero no solo tienen y quieren tropas digitales: Maduro pidió avanzar en la creación de cuerpos combatientes armados de campesinos: «No se olviden de la seguridad y la defensa de la patria y el territorio, y estar entrenados, organizados y armados para defender la patria» 🙃.

Mientras, en la vida que sigue ocurriendo en paralelo, ciudadanos denuncian que la tarifa de Corpoelec aumentó de 10 a 30 dólares, y que el sueldo no alcanza 💸. Sí, el salario mínimo sigue siendo irrisorio y ya cumplió 1.000 días sin aumento. No nos extrañan las proyecciones de migración: el analista de frontera William Gómez estima que para finales de 2024 la migración a través Colombia aumentará en 20 %. 

¿El poder de las redes sociales? Club de pádel de Baruta (Caracas) inició reformas en canchas tras la muerte de guacamayas 🦜👏. Nos alegramos por ellos y por el activista LGBTIQ+ venezolano Yendri Velásquez: Alemania y Francia le otorgaron el «Premio de Derechos Humanos».

[Masa]

Te veo venir, juez de paz 🤝

Te puede parecer surrealista, pero este domingo (#15Dic) hay una votación: por primera vez se elegirán jueces de paz, que en Venezuela llevarán una palabra adicional («comunal»). Te hicimos un resumen de lo (poco) que sabemos.

¿Qué es juez de paz? Banalizando un poco las cosas y guardando las distancias, es un concepto similar a lo que hace el conductor(a) de programas de televisión como Caso cerrado (EEUU) u otros que se han producido en Venezuela como Justicia para todos y Se ha dicho. Se trata de un ciudadano legitimado para mediar en conflictos locales de pequeña escala como una instancia previa antes de acudir a la justicia formal. Esto incluye aspectos como: convivencia ciudadana, asuntos relacionados con animales domésticos, problemas en las juntas de condominios, impagos y deudas que no excedan un determinado monto y recepción de denuncias de violencia de género (al menos en los casos menos graves).

¿Cómo será la elección? Es una de las grandes incógnitas. El pasado 28 de julio hubo una elección presidencial y hay razones de peso para sostener que se cometió un fraude. La web oficial del CNE sigue tumbada desde entonces y hasta el sol de hoy. Según la información oficial, están habilitados para votar el domingo todos los venezolanos con su cédula (la novedad es que pueden hacerlo menores de edad: los que sean mayores de 15 años). Habrá 5.297 «circuitos comunales»: se supone que en cada uno de ellos habrá un centro de votación, es decir, un tercio de los 15.797 que se desplegaron el 28-J.

No hemos conseguido en ninguna parte (hasta hoy) un listado de esos centros. En cada «circuito comunal» se elegirán tres jueces de paz titulares y tres jueces suplentes. Supuestamente se postularon 52.288 personas para unos 15.000 cargos. La idea es que cada juez de paz (o conjunto de ellos) tenga jurisdicción sobre unos 5.000 vecinos. La pregunta es cuánta gente irá a votar en un contexto de desinformación y (ajá) luego de lo que ocurrió en las presidenciales.    

¿Cuál es el marco jurídico de esto? El concepto de juez de paz no es nada nuevo. Ya antes del chavismo, en 1994, hubo un primer intento de legislarlo. La Constitución de 1999 incluye la justicia de paz (artículos 178 y 278) y establece expresamente que los jueces de paz serán elegidos por votación universal, pero esto jamás se puso en práctica. En 2012 (con Chávez vivo) se aprobó la Ley Orgánica de Justicia Comunal, pero ese motor tampoco arrancó. Ahora se le hizo una reforma en noviembre y se convocó esta elección de manera apresurada.

¿Qué hay detrás de todo esto? Hay defensores de los derechos de los vecinos como Elías Santana que llevan años exigiendo la llegada de paz. En el papel, es una figura que parece útil y necesaria. El rollo es que todo este proceso lo está encabezando el régimen de Maduro (Nicolás «convocó» la elección, no el CNE) y la AN oficialista, justo después de un fraude, y nosotros conocemos nuestro ganado: no hay gente de paz con los mismos que inventaron la «Operación Tun Tun». Hay quienes temen que los «circuitos comunales» sean una primera prueba para sustituir los circuitos electorales que hemos conocido hasta la fecha (Beltrán Vallejo). O quizás es otra manera más de pasar la página camino al 10 de enero (Rafael Uzcátegui), jugando a la democracia de origami.

El gobierno ha vuelto a la cantaleta del «Estado comunal» luego del 28-J y esto puede tener varias lecturas: puro palabrerío que en realidad carecerá de aplicación real, una trapo rojo para meter miedo o una amenaza real contra instituciones como las alcaldías, las gobernaciones y toda asociación civil. La legislación que modificó la AN chavista incluye la coletilla de que no podrán ser jueces de paz las personas con «posturas fascistas, neofascistas y expresiones similares» y esto puede usarse discrecionalmente contra todo no chavista. En síntesis: la resolución pacífica de conflictos puede quedar en morisqueta y «pesuvización» de la justicia. 

[Concha]

Su palabra por delante

Por la boca muere el pez y, ojalá, se acabaran las dictaduras. Eso está difícil, pero nos conformamos con que digan lo que mucha gente quiere escuchar: es tiempo de transición. No lo estamos insinuando nosotros, sino la gente que monta la música en los actos de propaganda de Maduro. Ayer hubo una concentración oficialista en Caracas y no quedó nada para la interpretación. A un mes del 10 de enero, y en medio de un Día Internacional de los Derechos Humanos con más violaciones que nunca, todos comenzaron a bailar y cantar: tiempo de transición, tiempo de transicioooón 🎵. Su palabra por delante.

«Ve siempre hacia adelante, nunca atrás…» 🎸 Un adiós a Trino Mora

Arepita