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Guarapita del alma querida

¿Viernes y no has comprado el regalo para mamá? Calma, aquí lo tienes 🥰

Viernes 12 de mayo de 2023

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[Fruta]

Un regalo para mamá 🎁

🤰🍼👶

Si un bebé viniera con un manual de uso, ninguna mujer sería mala madre. Además, es desagradable incluso escribirlo sin tener en cuenta que hay un montón de variables que no podemos ignorar. Entiéndase: eso que comúnmente se le dice “instinto maternal” que podríamos resumir simplemente como “amor”. Las cuñas de televisión lo hacen ver como una relación perfecta y las cuentas en Instagram de las floristería aprovechan el Día de las Madres para hacer negocios con bombones, globos de helio y dos bocaditos de desayuno.Por eso, un buen regalo puede ser mostrarle este texto a tu mamá o reenviar este email a tu tía favorita. O a tu amiga. Y si ya eres madre, tómalo como nuestro regalo. Dínos al final si tenemos o no tenemos razón:Eres madre, sí, pero también eres una persona. A veces necesitas tiempo para ti misma. No quieres escuchar de Pokémon, Pokémon y Pokémon por uno, dos o 38 días seguidos. Suena feo, pero es posible que digas: «Maldita sea, ¿qué me cayó a mí?». Tampoco es simpático que la relación con tu hijo se convierta en una de esas que ya conocerá en la adolescencia: que si te pierdes dos segundos, comienza a llorar. Al principio sí, claro, tu cuerpo es su comedor ambulante. Pero luego termina siendo tóxico y quizás estés todo el día esperando por 10 minutos de soledad, viendo a la nada y respirando oxígeno para ti sola. Te entiendo.Hay mujeres que comienzan a sentirse buena madre desde el embarazo. Hay otras que lo hacen con el tiempo. Y otras más a las que simplemente no les ocurre nunca. Pero al final, ¿qué es ser una buena mamá? Esa es una pregunta relativa. Con demostrar interés por él o ella, es suficiente para que todos sepan que te importa lo que a él o ella también. No tienes que sentirte mal porque a veces no le hayas prestado atención y quieras hacerle creer que sí, repitiendo las últimas tres palabras de la frase que te dijo. De nuevo, eres madre, pero también persona. Te entiendo.Este no pretende ser un texto anticonceptivo, en lo absoluto. De hecho, hay madres que dijeron por años que nunca lo serían, pero luego, en un momento de naciente optimismo maternal, ocurrió. Entonces tienes que escuchar la opinión de todo el mundo sobre lo que es correcto y lo que no. Cómo hacer esto y lo otro. También hay quienes lo tienen un poquito más difícil cuando reciben un diagnóstico: «Su hijo tiene autismo», por ejemplo. Y tú no quieres ni que tenga gripe. Te das cuenta de que, bajo la mirada venezolana, tienes que ser buena esposa, buena hija, buena mamá, buena representante. Que debes luchar por la casa, por el trabajo, por tener el cabello siempre arreglado... Y aun así nunca es suficiente. Te entiendo.Pero hablemos del comienzo. La presión la notaste desde el día 1. Vomitas como quién sabe quién, empiezas a creer que tu cuerpo no es tuyo. Y en cierta forma, es así. Comienza una percepción de la maternidad nada idílica: todo el mundo te dice que es normal y no sé qué, pero no toman en cuenta la limitación física. La dependencia económica es el primer impacto porque casi todo corre por cuenta de tu pareja. Eso, sin contar a esas parejas a las que les da pereza pararse en la madrugada para calmar al niño. Ahora imagina a una madre soltera. A día de hoy, varios años después de aquel Pingüinito que vomitaste, todavía lo odias. Es muy raro, casi incomprensible, pero te entiendo.Hay otras etapas que también las pintan como un cuadro de Dalí, pero en realidad son más feas que mis garabatos de preescolar. Sí, ahí cuando comenzó otro dolor de cabeza. ¿Recuerdas cuando tu hijo aprendía a leer? Era un paso para adelante y cuatro para atrás. Y de paso, todas esas horas que aplicaste cuando no tenías tiempo te las restregaban en la cara con un ejemplo tan fácil como perverso: ma - má / pa - pá. Y de ahí en adelante es más de lo mismo: ayudar a hacer tareas con las que tú no recibiste ayuda, recordar las Leyes de Mendel, la Batalla de La Victoria, las divisiones por dos cifras. Llegabas del trabajo y eso no es lo que esperabas. Te entiendo.La maternidad ha sido romantizada y hay presión para que las madres como tú sean perfectas en todas las áreas, incluyendo su apariencia y carrera. Porque esa es la otra: el coste emocional de volver a trabajar después de tener un bebé es duro para las madres que trabajan y no tienen la opción de quedarse en casa. El estrés y la preocupación por el cuidado del niño en guarderías son elevados y pueden generar inseguridad. Y rabias, muchas rabias. Lo entiendo a la perfección, aunque no lo recuerdo.Y así podría seguir todo el día por varios párrafos más. Aunque hay un amor incondicional hacia los hijos, no significa que no habrá desafíos y momentos de duda. Pero a la vez, estos cuestionamientos te enseñan lo que implica ser mamá. Hay días más largos que otros que nadie te devolverá, y molestias que solo se entiende cuando se viven. La madre perfecta probablemente no existe. Cada cabeza es un mundo, cada mamá es diferente y, por ende, la maternidad es un proceso único imposible de repetir. Si es eso lo que te preocupa, calma. La mayor satisfacción es cuando al final del día alguien se asoma al cuarto y te dice: «Bendición, mamá».

Este texto lo puedes compartir con todas las madres a las que aprecias. Nada de esto es invento: son todas anécdotas de Ana, Nohelí, Gaby, Claudia, María y tú misma. ¡Feliz día por adelantado! ❤️

[Caña clara]

La "guara" Anaísa López hace la repostería que destruiría toda dieta de "cero harinas" y es la reina de las Recetas que no fallan. Vive en Barcelona (España) con su esposa Rosanna. Conversamos con ella sobre maternidad. Su bebé Clementina insistió en celar a mamá y participar en la entrevista como música de fondo. De verdad: Anaísa es un dulcito. —En tu recetario de vida, ¿cómo defines "maternidad"?—Comienzas con la pregunta más difícil de todas. Para mí ha sido la experiencia más desafiante y bonita que he tenido en mi vida. En un período de tiempo muy corto me ha hecho aprender más sobre mí, sobre lo que creo que es la educación emocional, espiritual e intelectual. Pero si te digo "reto" suena a algo difícil. Se me ha dado como más fácil. Muy intuitivo. Aunque puede tener un montón de momentos difíciles, lo bonito lo sobrepasa.—¿Cómo concilias repostería y maternidad?—Hay mujeres que pueden con todo. Yo no sé cómo hacen, pero las conozco. En mi caso, es muy difícil poder con todo yo sola. He abandonado bastante mi parte laboral. Para mí eso es una suerte, no lo es para todas las mujeres. Me considero demasiado afortunada por descuidar un poco mi trabajo. No te puedes imaginar la afortunada que me siento por pasar tiempo con mi hija, por dedicarme a criarla y cuidarla, por ser la que está ahí con ella en cada siesta y en cada comida y en cada baño. En todo.—¿Cuándo decidiste ser mamá?—De pequeña, cuando me preguntaban qué quería hacer cuando fuera grande, decía que quería ser mamá. Soy 100% de ese tipo de mujer que tenía un instinto materno demasiado elevado. Pero al mismo tiempo no quería acabar como embarazada joven. Quería sentirme en una pareja estable, con capacidad de saber que podía mantener a mi hija. Por eso tardé un poco más de lo que me habría gustado inicialmente. Mi esposa también lo quería, pero ambas teníamos esa visión de que queríamos esperar a que fuera el momento adecuado de nuestra vida, y lo sentimos sobre todo después de migrar. Para nosotras es demasiado importante la estabilidad.—Nos contaron que tu bebé tiene información genética de ambas madres, ¿eso es cierto y es posible?—No, nuestra bebé no tienen contenido genético de ambas, solamente mío. Pero sí sería posible. Hay un método que se llama ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja). Tomas el óvulo de una de las madres, hacen un proceso parecido al de la fertilización in vitro en el que extraemos uno de estos óvulos y la que los gesta es la otra madre. En nuestro caso no era posible por temas médicos y genéticos de mi esposa. Su papá tenía una enfermedad genética altamente hereditaria por la que murió joven y que suele, además, saltarse una generación. La verdad, ROPA sería un procedimiento muy bonito, no era lo primordial para nosotras: Clementina es nuestra hija.—¿Cómo sobrellevas los momentos darks de la maternidad?—A mí me critican que romantizo de la maternidad. Entré a la maternidad con demasiada conciencia de lo que significaba. Además de ser chef de pastelería, soy psicóloga y siempre me gustó mucho la psicología infantil, aunque no me dio tiempo de estudiarla en profundidad. Ejerzo una maternidad muy informada. Obviamente no me la sé todas y aprendo un montón, pero cuando ejerces una maternidad informada los momentos difíciles disminuyen un poco. En mi caso mi bebé duerme fatal. Pero aun así yo estoy entendiendo por qué está durmiendo fatal. Lo que trato es de acompañarla y estar ahí para ella, que se sienta siempre segura. Cuando eres una persona altamente consciente de tus emociones y de tu espiritualidad, puede ser muy retador el hecho de darte cuenta de las fallas que pudo haber en tu crianza. Hay que hacer terapia con todas estas cosas que pudimos haber adquirido por errores en crianza, para tratar luego de hacerlo siempre mejor.

—¿Qué le dices a las mujeres que han tomado la decisión vital de no procrear?—Me encanta esta pregunta. La gente cree que porque yo soy amante de mi bebé, y de tener niños, y de mi familia, y de todo el proceso de haber quedado embarazada, entonces soy la defensora número uno de todo esto. Nada más alejado. Mientras más sientes lo que conlleva estar embarazada y tener un niño, más defiendo a las mujeres que no quieren hacerlo. Muchas veces esas mujeres terminan convencidas por una pareja, o por una familia, o por una sociedad que les dice que tienen que ser madres para estar completas. Y para nada. Yo siempre me sentí completa incluso antes de tener a mi hija. Si hay la más mínima duda en ti, es mejor no tenerlo.—¿Cómo enfrentas los prejuicios de los que no entienden un hogar con dos mamás?—Aquí en España es completamente legal, nos casamos acá y nuestra hija es hija de las dos sin ningún procedimiento legal adicional. Como lo hace cualquier otra pareja cuando tiene un hijo. En España más bien lo raro es cuando hablas de homofobia. De pana no nos ha pasado nunca, ni una sola vez: somos dos mamás y OK.  En redes sociales me siguen mucha muchas personas de Latinoamérica que sí critican y te sueltan el rollo de que la niña necesita un papá, que necesita una figura masculina en su vida. Está más que comprobado que los niños lo que necesitan es crecer en un hogar donde ven soporte emocional, psicológico, económico o intelectual. Hay miles de niños en el mundo completamente sanos y amados, criados por madres solteras, por tías, por abuelas por familias, por solo padres.—¿Cómo hablarías con tu hija de temas no tan cómodos como la orientación de género?—Tener la capacidad de hablar con tus hijos de temas incómodos hará que luego, cuando ellos se sientan incómodos con algo, lo puedan hablar contigo. La incomodidad es algo bastante relativo. Nosotras soñaríamos con que Clementina se sienta suficientemente cómoda para hablar con nosotras de lo que sea. Toda la vida fui heterosexual y me enamoré de mi mejor amiga. Nos gustaría enseñarle a amar a las personas. Si es heterosexual, buenísimo, si es homosexual, pues también buenísimo, pues no es lo que nos importará.—¿Qué le dirías a los que tengan el tabú de que Clementina crecerá en un hogar donde los hombres no son "necesarios"?—Hay gente que piensa eso y no. Para nada, ¿sabes? Nosotros somos cero, pero cero del tipo de mujeres que dirían que los hombres no sirven para nada. También hay mujeres que no sirven para nada. Es indiferente. Nuestra relación no viene dada de un odio hacia los hombres. Fuimos criadas por hombres maravillosos que adoramos y está bien que lo pongas. Seas hombre o mujer, esa es nuestra opción.

[Melao]

"Madre solo hay una. Gracias a Dios": esa es la arista de la maternidad que le interesa a nuestra panita Raisa, que recomienda Dolor y gloria (2019) y La hija oscura (2021)

«Sí, lo hicisteY me defendisteCuando todo el mundo estaba en mi contraSiempre me entendisteMe diste fuerzas para seguir adelante»Traducción de A Song for Mama,Boyz II MenGuarapita, un destilado deArepita