Guarapita Fashion

El diablo viste a la moda, pero la gente verde también 💚👕

Viernes, 17 de junio de 2022

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[Fruta]

Cuidar el planeta está de moda

La moda del futuro no es ninguna tendencia con trajes de los Supersónicos, es aquella que nos permita estar en la Tierra un ratico más. Paloma García, fundadora de The Circular Project, lo explica con manzanitas

👠🌱👗

Victory Torres (o Vic, para los panas) se considera la oveja verde de su familia. Hace tres años, durante un break de su trabajo en un taller de costura, esa identidad ecológica tuvo su Eureka: prepandemia, comenzó a interesarse en diseñadores venezolanos que aplican la sostenibilidad en sus confecciones. Cuando tocó estar encerrados, descubrió que con los retazos de tela que le sobraban de sus clases podía aplicar la técnica patchwork, que consiste en coser varios pedazos para crear una prenda nueva y minimizar los desechos. También conoció el upcycling, un concepto que se aplica para tomar piezas “pasadas de moda” y darles una segunda vida.Toda esta formación decantó en la creación de Esbaratao, un emprendimiento que se ha convertido en una comunidad de personas interesadas en preservar el ambiente y verse muy bien en el proceso. “Aunque pensemos que la moda es una industria que puede tener sus puntos de superficialidad, también es un método de investigación, de expresión, de estilo y de hábitos conscientes. Hoy en día, buscamos impulsar a iniciativas locales en la transformación de sus negocios, y, además, ser una fuente de información para otras personas”, explica Vic, quien lidera este proyecto desde sus inicios.El concepto de la moda sostenible no es nuevo, pero la urgencia para aplicarlo ha crecido con el tiempo. La industria de la moda es responsable de hasta 10% de las emisiones de carbono a nivel global, de acuerdo con Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. También aporta un quinto de las 300 millones de toneladas de plástico que se producen cada año en todo el mundo. En parte, por esto surge el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 "Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles". Hay diseñadores nuestros que ya están marcando la diferencia.“Mas allá de que primero vino moda que sustentabilidad en mi vocabulario, en el fondo siempre tuve en mí esa parte de trabajar con el upcycling”, relata Ana Neri. Su pasión por el diseño de modas nació con ella en Venezuela, en la tienda de trajes de baño, y ha viajado hasta Buenos Aires y Ciudad de México, donde reside desde 2014. Su marca funciona bajo el principio de la Indumentaria Positiva y, actualmente, dice estar en “una etapa en la que afirmo mi pasión por hacer moda desde el rescate textil”. Su colección más reciente, Unión, está completamente confeccionada con la técnica Pojagi, que es algo así como el primo coreano del patchwork.

  • ¿Lo compro con responsabilidad y conciencia, para darle un buen uso?

  • ¿Realmente lo quiero o lo necesito?

  • ¿Sé de donde proviene?

  • ¿Tiene el precio justo? 

  • ¿Si compro este producto, a quiénes beneficia?

Ana Neri recomienda estar pendiente de los trueques organizados por iswapp en Venezuela, para que puedas cambiar esas cosas que no te volverás a poner por otras que todavía dan para rato.Vic aprovechó el espacio para invitarnos a revisar la página web de Esbaratao, donde constantemente publican información de diseñadores locales que están haciendo las cosas bien y venden con las tres B.

¿Pero es necesario irse lejos para encontrar un movimiento de moda que sea gentil con nuestro entorno? Aunque en otros países sea más notorio, Neri asegura que en Venezuela la semilla está bien atendida. “En Venezuela también, hay un montón de diseñadores y marcas que son increíbles y tienen su producción 100% local… En Venezuela se siente esta movida de estar orgullosx de donde venimos y cada vez más se ven propuestas innovadoras, con un mix de conceptos y tipos de diseño que revolucionan desde lo que son y hasta cómo se hacen”.Un ejemplo de esto son los accesorios de Dos Mulatas. El nombre de la marca hace alusión a dos hermanas, Aixa y Nahory Pedroza, que en 2011 comenzaron a crear collares y otras piezas inspiradas en la naturaleza de nuestro país. Todos sus diseños están hechos con algodón, madera y cuero, lo cual las ayuda a mantener ese contacto con la tierra que invita a la conciencia.“Trabajar con materiales que directamente vienen de la naturaleza 

es decir que están en su estado natural o poco procesados

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es algo increíble porque nos expande la consciencia. Nos hace tomar en cuenta cosas que en el día a día, por estar en la rutina en automático, no nos detenemos a pensar, como por ejemplo ¿de dónde viene ese material?, ¿cuál es su origen?, ¿cómo fue obtenido?, ¿de esa forma beneficia a todos y a la naturaleza?, ¿luego de su uso a dónde va?, ¿contamina?, ¿se puede reutilizar?”, reflexiona Nahory, veterinaria de profesión que terminó enamorada de crear junto a su hermana diseñadora.Uno de los retos que enfrenta el movimiento de la moda consciente es la naturaleza cíclica de la industria, particularmente con las nuevas tendencias que salen todos los años, duran lo que un suspiro, y nos incitan a comprar prendas nuevas solo porque son lo del momento. “Queremos quitar este pensamiento de que es necesario seguir una tendencia para poder expresar tu estilo”, explica Vic. A través de los talleres de Esbaratao, las personas pueden aprender a sacarle provecho a lo que ya hay en sus clósets, transformarlo y ser creativos con su estilo personal. ¿No suena mejor eso a descartar todo cada cierto tiempo?Por ahí dicen que “de la moda, lo que te acomoda”, y ahora que cada vez más científicos nos advierten de la realidad de la crisis climática, es el momento para que pensemos dos veces antes de raspar la tarjeta con las 20 piezas que tenemos en el carrito de Shein. 

[Caña clara]

¿Los accesorios, las carteras y los pañuelos son lo tuyo? Vanessa Farina también tiene su propia marca que habla desde lo simple y cotidiano para convertirlo en ✨extraordinario✨ | Foto Manuel Sardá

Con 15 años en la industria de la moda, Vanessa Farina (39) ahora encabeza la Academia de Moda UCAB, que formará 45 personas a partir del 21 de junio a través de un diplomado y una certificación. También ofrecerá cursos y masterclasses. Siempre había querido vincularse al área educativa y la oportunidad le llegó a finales del año pasado.Desde febrero ha estado armando con un grupo multidisciplinario un pensum con visión integral que vaya más allá de solo confeccionar prendas de vestir. Su objetivo: desestigmatizar la moda, ofreciendo una visión más profunda de este campo y, a su vez, formar profesionales que puedan contribuir en el fortalecimiento de esta industria en Venezuela. —¿Por qué estudiar Moda?—La moda habla del individuo, del contexto social, político, y económico. Nadie está realmente exento de la moda; es una expresión continua. Es un lenguaje no verbal en el cual nos expresamos continuamente las personas y la sociedad en general. Es un mundo apasionante que tiene muchísimas aristas. Hay muchísima investigación y profundidad en cómo se traducen esas tendencias y esas sensibilidades, esas emociones del individuo, para luego plasmarlas en lo que puede ser una prenda de vestir, accesorios o un complemento. —¿Qué tanto interés/demanda vieron para crear la oferta formativa de la Academia de Moda de la UCAB?—Nació primero como un Diplomado en Gestión, Dirección de Empresas y Marcas de Moda con el CIAP. La verdad es que hubo mucho interés en ese diplomado. Lleva seis ediciones. Empezó presencial y luego pasó a modalidad online por la pandemia. Es un espacio que siento que las personas estaban esperando. Tenemos 21 personas en el Diplomado de Diseño de Moda. La Certificación en Patronaje y Confección tiene dos cohortes de 12 personas cada uno. —Su oferta académica es distinta. No solo se queda en lo comúnmente asociado a moda: diseño, patronaje y confección. Plantean otras aristas, como mercadeo, negocios, periodismo y debates intelectuales. No todo es tan frívolo como se puede asociar al campo. —Sí, queremos desmitificar eso y que se entienda la mirada profunda y lo que contiene un proceso creativo. Esta visión es integral y no está enfocada netamente en el diseñador, sino que abre las aristas para que la gente pueda probar y sentir que se puede desempeñar dentro de la moda, sin tener la necesidad de “ay, es que no sé dibujar”. Hay marketing, estrategias, negocios, fotografía, que son necesarios. “Es que no me gusta coser”. Hay otras aristas para desenvolverse en el campo, que hacen que la moda sea una empresa multimillonaria en el mundo y tenga un impacto tan grande en la sociedad. Desde la academia también queremos sembrar la sostenibilidad y que se planteen conceptos, generar criterios y que se tenga un propósito. Concientizar, además, que somos la segunda industria más contaminante y que a lo mejor pretender ser 100% sustentable es idílico, pero que con pequeños pasos se puede hacer menos impacto. —¿Cómo la moda puede solucionar problemas?—Constantemente la moda busca soluciones al vestir, al expresarnos. Podríamos sensibilizarnos con un problema del contexto social. Por ejemplo, hay tejidos que no influyen sobre la transpiración, entonces deberíamos buscar tejidos que sean más amigables con la piel y el cuerpo. Eso es solventar un problema a la hora de escoger la fibra. Otro problema que se puede solventar, por ejemplo, podríamos ver las personas que viven en situación de calle y tratar de ofrecer soluciones desde una mirada más amable: qué tejidos pueden usar, cómo viven. La moda está sensibilizada con la forma de vida del individuo y le está ofreciendo soluciones. Y por cómo va la moda en el mundo, también está buscando el menor impacto en el medio ambiente. Constantemente está en investigación y buscando soluciones, aunque de forma inmediata en Venezuela no lo estemos palpando. Desde la Academia queremos hacer esas preguntas incómodas, que te generen un criterio y que no es un vestido de noche para una fiesta, sino que hoy en día las necesidades pueden ser otras y que comiencen a ofrecer soluciones interesantes con menor impacto. —A veces incluso la moda es vista como una meta estilística a la que llegar. ¿Ves correcto que eso sea así?—No, no considero que sea correcto. Creo que sí hay muchos cánones establecidos de cómo queremos vernos, pero creo que cada vez la moda se está abriendo más a la diversificación, entendiendo y realzando más las diferencias que los puntos que nos hacen iguales. No creo que nadie tenga el poder de decir “esto es la moda”,  “esta es la meta”. Creo que la moda es expresión y cambio, porque el individuo cambia y evoluciona diariamente. —¿Consideras que en Venezuela hay una industria de la moda? ¿Se puede usar el término “industria”?—No. Creo que la industria necesita fortalecerse porque no tenemos una industria de materias primas, no tenemos una industria consolidada de oficio, no tenemos ingenieros textiles, ingenieros de color, para que la creatividad se pueda ver traducida. Sin embargo, creo que sí somos un gran productor de ideas, hay una gran productividad a nivel creativo. Queremos que se incluyan otras personas para que hagan vida y puedan darle ese fortaleza y ser ese brazo armado junto con los diseñadores y algun día podamos aplicar algo que se llama la Economía Naranja, que es la economía que producen los países a través de las ideas y que impacta directamente en el Producto Interno Bruto (PIB).

[Melao]

Si viviste tu adolescencia en el 2010, seguramente tuviste (o todavía tienes) algunas de estas prendas en tu clóset

Sabemos que el tiempo es cíclico: el pasado siempre vuelve. Sin embargo, nos la quisimos tirar de Joan Rivers e hicimos una pequeña lista con esas tendencias de moda que deberían permanecer muertas y sepultadas, en honor al buen gusto. 👡 Sandalias romanas: Las eternas enemigas de los que tienen el pie plano. ¿Vas al trabajo o a conquistar países para tu vasto imperio?.👖 Pantalones tiro bajo: Los 2000 fueron rudos para la gente con barriguita y que no quería mostrar la ropa interior cada vez que se agachaba. ⚽ Zapatos de futbolito: Dentro de la cancha puedes fingir que eres Messi. Pero si vas a una cita con ellos, no te sorprendas cuando tu novia te mire feo, José Manuel.👔 Corbatas con estampado de bacteria: Solo las puedes usar cuando estás en una hora loca, con tres rones encima y a punto de bailar El Martillo de Caramelos de Cianuro. 🐘 Traje safari: La ridícula cantidad de bolsillos que tiene es una idea tentadora, pero cualquiera cae que vas a explorar el Serengueti o a domar cocodrilos como Steve Irwin. 

[Lo recién embotellado]

🗞️ El periodismo y el arte son buenos amigos de la cuna: el 30 de junio comienzan los encuentros de periodismo cultural que la Fundación Bordes de San Cristóbal ofrece para gente como tú y yo. Habrá videoconferencias, documentales, ponencias, teatro y buena vibra para un rato chévere.🔥 Con el Festival Nuevas Bandas ahí a la esquina, los panas de Tomates Fritos se presentarán mañana en Maracay junto al resto de las agrupaciones de la región central. El toque es a las 4 pm y tus ganas serán las de siempre.🎭 Hay historias de amor que nunca pierden vigencia sin convertirse en clichés. Una de esas es la de César y Cleopatra, cuya comedia dramática llega por primera vez a Venezuela en tres únicas funciones en el Teatro Teresa Carreño. El 1, 2 y 3 de julio ya tienes un plan ganador para darte con todo.🔝 Y aquí venimos nosotros para apretarte tu botón otaku: hoy y mañana Puerto Ordaz se meterá de lleno en el Akihabara Fest, un evento dedicado al anime, videojuegos y la cultura japonesa que siempre sabe cómo entretener. Llégate antes de las 5 pm al Hotel Eurobuilding y todo bien.

Pero lo que no sabes es que el suéter no es solo azul,no es turquesa, no es azul ultramar,es, en realidad cerúleo.

(...)Ese azul representa millones de dólares e incontables empleos.Y es cómico que pienses que tomaste una decisiónque te exime de la industria de la modaCuando, de hecho, estás usando un suéter seleccionado para tipor la gente de esta sala entre un montón de “cosas”.Miranda Priestly en The Devil Wears Prada (2006)

Guarapita,un destilado deArepita