Guarapita Halloween

¿Dulce o trago? Los espantos también bailan joropo 👻

Viernes, 29 de octubre de 2021

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[Fruta]

Escoge tu fantasma favorito 🎃

Todo malo es cobarde, pero no todos los buenos son valientes. Muchas regiones de Venezuela tienen un particular sentido de pertenencia por sus historias y leyendas urbanas. Sobre todo, aquellas cuyos protagonistas están en el hall de la fama de nuestras pesadillas: El Silbón, La Sayona, El Carretón del Diablo o una de esas sombras que aparecen en plena madrugada por las carreteras o avenidas de las ciudades. Todas, con la misma vibra que nos repite una y otra vez: “No pases por ahí solo”.Pero ver, escuchar los mitos urbanos y no querer salir a tomar agua a las 3:00 am no tiene nada de gallina. Está científicamente comprobado que sentir miedo es estimulante, siempre y cuando estemos en un ambiente seguro como para pegar un grito. Eso, además, explica por qué programas como Nuestro insólito universo, Lo increíble —con la icónica Novia Fantasma—, Archivos del más allá o ¿Le temes a la oscuridad?, para los millennials, son tan icónicos en cualquier generación y lugar. “Una de las cosas que más me gustan de las leyendas es esa cercanía que podría ser espeluznante. Historias que podríamos encontrar a la vuelta de la esquina. Historias que involucran a personas que quizás conocimos”, dice José Bordón, locutor, profesor y divulgador de mitos urbanos de Aragua.Desde que comenzó la pandemia, José se ha dedicado a sacar del baúl maracayero historias que casi no conocen en otras partes del país. Son relatos que existen, investiga y los adapta con una mezcla de nostalgia y terror. Algo así como una subcultura gótica hilada tweet a tweet. Entonces, el miedo y el interés por lo oculto aparecen: “A veces ocurren situaciones trágicas, lamentables. Pero es distinto cuando las personas las alimentan a partir de esa tragedia. Le dan un lado místico y eso permite que no mueran, así pasen 40 o 50 años. Las mejores historias de terror podrían estar cerca de ti”. 

«Cuando la escuchaba en los recreos de la escuela, me causaba bastante inquietud y curiosidad»

La Casa del Payaso, uno de los relatos que más ha impactado a José Bordón

Más al sur del mapa, Bolívar también se ha vuelto un lugar donde los cuentos de terror vienen y van como los propios fantasmas. Allí, al periodista Germán Dam le tocó vivir un par de episodios que para él son siniestros por donde se les vea. Así como José, Germán tiene hilos en Twitter narrando esas experiencias paranormales, algunas muy conocidas en Ciudad Guayana aunque a veces caigan en el olvido. "Las reacciones son diversas. Yo no puedo forzar a las personas a que crean algo que me pasó a mí. Pero bueno, hay gente que reacciona con miedo, otros que no creen y eso está bien: eres libre de creer lo que quieras", sostiene el comunicador que ahora vive en Portugal. Su cuento en la Avenida Atlántico es precisamente una de las más famosas leyendas que se comentan en la ciudad. Las interacciones de su historia dejan ver el interés que mueve el espanto femenino: según dicen, se monta en los carros de noche y es la causante de más de una desgracia.Y ese mismo interés es normal en casi cualquier región de Venezuela. En San Cristóbal, el también periodista y bloguero por pasatiempo, Yoser Linares, ha seguido de cerca los relatos de ultratumba narrados por la escritora Lolita Robles de Mora en sus Leyendas del Táchira. "Está bien que haya interés porque en cierta forma se recupera la tradición oral. Aquellas historias y leyendas, que se han mantenido guardadas en libros, empiezan a surgir nuevamente y las personas se interesan mucho en eso".

«Me ha pasado que, luego de leer una historia, surge esa necesidad de mi parte de saber si realmente esa leyenda ocurrió realmente así. Y más aún cuando esa leyenda muestra en su texto el lugar de los hechos, un espacio físico o una lápida»

Yoser LinaresPeriodista y bloguero tachirense

Pero una cosa es leer o escuchar historias, y otra distinta es vivirla a diario. Rous Bocaranda vive en Valencia y es profesora de francés. Tiene 30 años, pero desde niña dice sentir presencias que no cualquiera nota. Rous creció acostumbrada a que parte de su familia rindiera tributo a los muertos cada lunes. A partir de entonces, comenzó a percibir ruidos, murmullos o sombras que, para ella, provienen de carne y hueso. "Hasta que me comenzó a suceder a mí directamente, siempre fui escéptica".Luego de varios años, Rous comenzó a verlo como algo que no necesariamente es malo. Al contrario, asegura que la mayoría de las manifestaciones paranormales que sigue advirtiendo suelen tener un efecto positivo al evitar desgracias o anticiparlas. ¿Que no le creen? Da igual, tampoco es que vaya por calle contándolo, pero sí sigue teniendo respeto y hasta miedo en algunas ocasiones. "Puedes estar dormida y de repente escuchas un ruido, o a veces estoy intentando conciliar el sueño y siento cómo la puerta del clóset se abre. Cuando eso sucede, lo que utilizo mucho es la meditación".

Puede asombrar, asustar o hacer que desconfíes, pero cada historia tiene un toque que a todos les puede impactar. ¿A qué temes?

[Caña clara]

Hasta Guzmán Blanco se puede aparecer 👻

Están las voces como la tuya y la mía que solo hablan peperas. También están las voces fantasmagóricas que congelan los pies y levantan los pelos. Y está la voz autorizada de Mercedes Franco, narradora, guionista radial, novelista y guía conocedora del portal de la noche. También es autora de obras como Crónica Caribana, Vuelven los fantasmas o Monstruos que nadan y no en la caña clara que hoy se brinda precisamente:–¿Venezuela es el país de la arepa, el beisbol, las Misses y las historias urbanas?–Se ha dicho mucho que Venezuela es el país de la arepa, de las misses y del beisbol. Todas esas cosas son importantes y nos definen como venezolanos, pero también es el país de la magia, el encanto y el misterio. En realidad Venezuela tiene esa raigambre en lo mágico porque es una confluencia de varias culturas. Por ejemplo, la cultura africana o las culturas indígenas, que son varias y todas están basadas en muchos hechos paranormales. –¿Qué historias de las regiones de Venezuela deberían ser más conocidas?–La gente conoce sobre todo a los fantasmas de El Silbón o La Sayona, que son los más emblemáticos, pero en los Andes existen fantasmas terribles. En las lagunas andinas están los momoyes, que son como duendes ambientalistas que cuidan que no vengan temporadistas a botar basura o contaminar las aguas. También en Falcón hay muchos duendes como el Ceretón, un duende enamorado, pícaro y misterioso. –¿Y de personajes de la vida política? –En la historia de Venezuela hay muchos fantasmas que incluso han vivido hasta nuestros días con algo de misterio y de tristeza, como el mismo fantasma de Simón Bolívar, que aparece en la Casa Ingenio Bolívar (Aragua) como un peregrino, sin ropa militar y vestido como campesino. También Guzmán Blanco, quien aparece en el Teatro Municipal de Caracas, que él construyó. Hay muchos fantasmas impresionantes que emergieron de la Guerra de Independencia porque fue una lucha feroz. El fantasma de Boves aparece, por ejemplo. El fantasma del conquistador Ambrosio Alfinger también sale en Coro a caballo y según dicen, ataca a los trasnochados. –¿Qué diferencias ves entre Halloween y nuestras peculiaridades locales?–El Halloween es la fiesta de los espíritus, de los fantasmas. No es una fiesta particularmente de Estados Unidos. Ahí lo que pasa es que cobró más furor y se arraigó más, pero es una celebración europea muy antigua. Nosotros tenemos nuestro propio Halloween, porque hay una fiesta de los muertos en Latinoamérica. En México se celebra el culto a los difuntos y esa es una tradición que viene desde los tiempos precolombinos. Nosotros estamos realmente en la onda, sintonizados. Así que no: no es una fiesta extranjera, es una celebración de una conciencia colectiva de la humanidad que sabe que hay algo misterioso –¿Halloween es una fiesta impuesta?–La fiesta del Halloween no es una fiesta impuesta. El arbolito de Navidad también es una costumbre de origen nórdica y el pesebre del nacimiento es una celebración extranjera, porque quien lo hizo por primera vez fue San Francisco de Asís. Entonces todas estas son fiestas que hemos heredado de otras culturas que pasan por Venezuela. Este país es un inmenso filtro: algunas cosas las absorbe y otras no.

[Melao]

Gabriel puede ver una y otra vez El Exorcista (1973) y nunca dejará de darle miedo: "Lo que transmite, esas fuerzas, energías, saber que eso existe"

A Mercedes Franco

Rous lo tiene claro:

José pasaría un sábado de Halloween

The Mortuary Colection

Después

A Yoser le da cierto pavor

Y si por Germán fuera

[Lo recién embotellado]

  • ¿Recuerdas a Albi de Abreu? Fue actor y protagonista de telenovelas de RCTV como La soberana, entre otros trabajos en cine y televisión. Tenía una faceta oculta: fotógrafo documentalista. En la galería virtual Boom Art Community puedes ver parte de su trabajo ("Una mirada al sueño americano") y el de otros 21 artistas venezolanos desparramados por el mundo como Andreína Mujica, Flix o Ricardo Benaim. 

  • Octubre empezó con Siento de Daniela Barranco, un EP que realmente vale la pena y se pasea por géneros como afrobeat, balada pop y hasta una fusión de trap y rock. La verás volver a Venezuela tras andar de saltimbanqui y su Siento Tour comenzará el 13 de noviembre en La Quinta Bar (Caracas).

  • El Tenedor de Oro es como las Estrellas Michelin venezolanas. Aquí puedes ver todos los premios, y en Prodavinci, pasear por los sabores marinos margariteños con la chef del año: Pilar Cabrera. Y felicitaciones para la periodista Rosanna Di Turi, que siempre le echa una mano a esta Guarapita y tiene una merecida mención de honor.

  • Las cartas de José Gregorio Hernández, las historias que no son cuento de Inés Quintero... puedes tener acceso estos y más de 80 libros digitales de Editorial Dahbar —de temas de política, economía, periodismo y hasta crímenes— a través de planes de suscripción mensuales o anuales. Estos últimos van de 50 a 120 dólares. 

 

 Redescubro fantasmasY el aburrimiento eternoDe mi soledad.No soy como otros,Soy como nadie.Y eso me vuelveLa más desesperada,La más oscura.Sola entre la multitud.El alma vacía.El cerebro lleno.Nada es útil.Parezco muerta, conLos ojos muertos,Las manos muertas,El alma muerta...No sé para qué sirvo.Soy un inexplicable secreto+Silvina Jatón, poetae instructora de zumba 

Guarapita, un destilado deSoy Arepita