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Guarapita Telenovelera del domingo
Una vida de telenovelas no se borra apagando la 📺

Domingo, 17 de julio de 2022



[Fruta]
Voltea y regresa pa' que te enamores

Pasan los años y lo que ayer veías como rutina, hoy lo extrañas full en tu pantalla: las buenas telenovelas venezolanas nunca mueren
✍️ 📺 ✅
Históricamente, nos hemos apodado de muchas maneras: la Venezuela Saudí, el Reino de las Misses, la cuna del beisbol y el país de las telenovelas. Quizás este último sea el menos recordado en pleno 2022 –ok, lo del petróleo también–, más allá de algún anuncio medio ofensivo chileno que cae más en el jardín del cliché que en el de una tradición venida a menos. Pero eso no quiere decir que no haya pasado: las telenovelas fueron un ritual y una obligación de familias completas que preferían dejar de cenar a perderse un episodio de lunes a viernes. La novela de las 9 pasó a ser una norma que, vista la repetición de la frase, se niega a morir.Usando la misma jerga novelera, las producciones en Venezuela parecen estar en su momento cumbre: durante años estuvieron en la cima, luego cayeron al difícil punto de hoy, y quién sabe si mañana habrá otra curva hacia arriba con final feliz. En otrora, las nuestras eran telenovelas con sello de exportación. Esmeralda (1971) tumbó la puerta del exterior y fue la primera en llegar a otras audiencias. Pero no fue sino hasta Kassandra (1992) cuando realmente se tocó las nubes con las yemas de los dedos. Entonces, unos 128 países y más de 40 idiomas conocieron los papeles de Coraima Torres, Osvaldo Ríos y compañía. Una marca sin precedentes.“La primera novela que yo creo que marca una historia en Venezuela es La dueña (1984). Fue escrita por José Ignacio Cabrujas y Julio César Mármol. [...] Recuerdo que me marcó mucho. Era una novela muy bien producida y te mostraba la capacidad que tenía Venezolana de Televisión. Y hasta el punto está reconocida, que luego Tves termina retransmitiendo un producto que ellos mismos no pueden crear”, dice el periodista Jován Pulgarín antes de sacar su top histórico personal. Frase clave: no pueden crear.Las retransmisiones son parte también de una industria que desde 2017 no ve una lucecita nueva en señal abierta. No solo éxitos venezolanos, sino que ahora topamos novelas mexicanas, estadounidenses para el público hispano, colombianas y muchas, muchas, de cantantes que no son Servando y Florentino. Es así como nos hemos encontrado con títulos como Pasión Prohibida (Telemundo, 2013), La ronca de oro (Caracol, 2014) o El rostro de la venganza (Telemundo, 2012), por poner tres ejemplos recientes. "La última novela que hicimos en Venevisión fue Para verte mejor (2017) de Mónica Montañés. Sabíamos que iba a ser la última. Teníamos muchos sentimientos encontrados para los que trabajamos ahí. No pierdo la esperanza de que se vuelvan a hacer novelas aquí en Venezuela", recuerda la actriz María Antonieta Duque, una de nuestras máximas referentes en la materia.Para la investigadora, profesora universitaria y estudiosa de la historia de las telenovelas venezolanas, Carolina Acosta-Alzuru, estas producciones eran un espacio discursivo donde nos reflejábamos con historias y diálogos similares a los cotidianos. Nos hacían reflexionar entre tanto arroz con mango diario. “La telenovela venezolana es muy variada. Es un espacio discursivo donde nos veíamos y nos hacía conversar. Eso era una parte muy importante del significado que tienen las telenovelas para nosotros los venezolanos”.
🎤 Roque Valero, Juan Lobo en Ciudad Bendita (2006), nunca fue más famoso que en aquella época. Y ya sabemos lo que es hoy Roque...🎤 Otro que la pegó y luego se puso creativo en Twitter: Hany Kauam, intérprete de las canciones La mujer perfecta y Es tu amor (Mi prima Ciela).🎤 Estaba Lasso arrancando como artista cuando incursionó en Nacer contigo (2011) de Televen. De su actuación como personaje hablamos otro día, pero de su canción Te veo lo hacemos hoy: esa sí pegó.🎤 "En la mañana todo es perfecto, todo está bien", dice Guaco antes de comenzar a cantar un cuento que bien podría ser otro episodio más de Voltea pa' que te enamores.
Eran, reflejábamos, habían y hacían. ¿Por qué en pasado? La mal llamada situación país cayó de retruque en la industria. Carolina lo sabe y enumera cuatro momentos claves en la cronología de una deriva que, en 1999, cuando se producían entre ocho y 12 títulos al año, parecía que nunca llegaría. La Ley de Contenidos que entró en efecto en 2005; la no renovación de la concesión de RCTV en 2007, que llevó a la autocensura por supervivencia de los otros canales nacionales; la operación tún tún de Conatel con sus exhortaciones; y la lamentable muerte de la actriz Mónica Spear en 2014, que inclinó el discurso oficial en intimidaciones a las telenovelas, “responsables” de la violencia en Venezuela.Entonces las producciones se volvieron insípidas para muchos en un público acostumbrado a otros ritmos. El presupuesto para guiones leonardopadronescos bajó y muchos se quedaron engavetados, haciendo que otros culebrones de México, Colombia y Brasil nos pasaran por el lado. También se buscó compensar con analogías aquello que ya no se podía decir de frente, como el tema de la exclusión presente en La mujer perfecta (2010). Aunque claro, eso pegó en todo: “Yo siempre trato de poner esto en contexto. Hay que recordar que la industria de la telenovela no es la única industria que ha sido arrasada o asfixiada en los últimos años en Venezuela, no. Es una industria más a la que le pasó todo esto”, dice Carolina.Aun así, los recuerdos de aquella época de oro quedaron para todos los que vieron y estuvieron ahí. La popularidad de las novelas venezolanas caló de una forma que difícilmente pasen de moda, incluso décadas después. "Fue una época dorada, maravillosa. Me siento muy feliz de haberla vivido. El programa Bienvenidos nos dio una gran proyección internacional. Viajábamos mucho, nos invitaban a programas, fue una experiencia inolvidable y la competencia que existía entre los dos canales era muy buena. Uno estaba terminando una novela y ya pensaba en que otra entraría. Era emocionante y había mucho trabajo", rememora María Antonieta Duque.Con un espacio cada vez más limitado y ausente de protagonistas, ahora lo clásico pasó a lo contemporáneo. Muchos actores han migrado a las pantallas de otros países y, los que se quedaron, es posible verlos montados en un escenario de teatro. Eso sí, ya no hay esperas: si te vas a YouTube, puedes encontrar los episodios completos de Mi gorda bella, La mujer de Judas o Mi prima Ciela. El streaming también llegó con producciones como la recientemente estrenada por Leonardo Padrón en Netflix, Pálpito. La novela de las 9, ahora es a la 1, 4, 6 o el momento del día que la audiencia crea conveniente. ¿Se acabó la magia? Viéndolo así, todavía está presente mientras el árbol vuelve a crecer.
[Caña clara]

En enero de este año Venevisión transmitió de nuevo la tercera novela de César Miguel Rondón, Las Amazonas. Si quieres maratonear, el canal de la colina subió toditos los capítulos a Yotube
Si tienes menos de 20 años, más que sus telenovelas, conoces su voz. Gruesa, única, inconfundible. Cesar Miguel Rondón (Ciudad de México, 1953) narraba las noticias en la radio puntualmente a primera hora de la mañana. Hacía entrevistas, editoriales. Su voz era parte del día a día. Pero entre los años 80 y principios de los 2000, eran sus guiones los que formaban parte de la rutina nocturna. Escribió 14 telenovelas, dos de ellas fueron adoptadas internacionalmente. Guerra de mujeres y Las González fueron las últimas que llevaron su firma.
—Para una generación un poco más joven, ¿cómo un periodista termina en Venevisión escribiendo telenovelas?—Yo entré a la televisión por pura carambola. Yo recién llegaba de Estados Unidos, de vivir en Nueva York y no tenía en mis planes escribir en televisión. De hecho, no veía televisión, nunca había visto telenovelas. Y fue una carambola en la que estuve por medio de Ibsen Martínez. Prácticamente terminé entrando y escribí una serie con Ibsen que tuvo mucho éxito, se llamaba La otra historia de amor con Lila Morillo, Joselo y Daniel Alvarado. Era una serie que, curiosamente, era una burla de las telenovelas. Tuvo mucho éxito y eso fue a finales de 1981. Entre una cosa y otra, para mi sorpresa, estaba en el año 1982 escribiendo mi primera novela que fue Ligia Elena y que tuvo muchísimo éxito. Siempre pensaba que estaba escribiendo la última telenovela, así que escribí como 15 últimas telenovelas.—No solo las suyas, sino las telenovelas de otros colegas eran vendidas y bien recibidas en el exterior. Las televisoras extranjeras hacían adaptaciones. ¿Cuál considera que es el rasgo distintivo de las telenovelas venezolanas? ¿Qué las hacía tan exitosas?—En aquel entonces estaban desparpajadas. Teníamos buenos elencos; producíamos mucho. Éramos de los grandes productores de América Latina y teníamos muchísimo éxito en el exterior. Una novela mía, Ka Ina, fue un éxito en Rusia. ¿Quién se iba a imaginar eso? Yo creo que era eso: el desparpajo, una mezcla de humor con realidad. Tratábamos de llegar de alguna forma a la realidad.—¿Qué significado tenían las telenovelas para los venezolanos?—En aquel tiempo, cuando yo escribía telenovelas, las telenovelas paralizaban el país. La gente se sentaba a ver la telenovela. Tu podías oír puntualmente a las 9:00 pm a Jorge Rigó cantando “Sola”, que era el tema de Las Amazonas, o a Soledad Bravo, que hizo el tema de Ka Ina. Y la gente hablaba de las telenovelas, vivía las telenovelas. Los actores eran popularísimos en las calles. Las telenovelas marcaban el patrón cultural de la Venezuela de aquel tiempo.—¿Usted veía telenovelas en ese momento o solo disfrutaba la creación?—Tenía que ver, sobre todo, a la competencia, porque cuando eso pasó había franca competencia entre Venevisión y Radio Caracas. Y uno tenía que competir. Eran tiempos apasionantes en ese sentido. Pero yo no veo telenovelas. Las veía cuando las estaba haciendo y veía la mía con ojo crítico. Pero después ya no veía.—¿Hay alguna producción actualmente que le llame la atención?—Hoy en día el criterio serial ha cambiado. Con el streaming se hacen series extraordinarias con altísimos niveles de producción, con tramas y guiones muy osados, otros niveles de actuación y de dirección. No te puedo decir una en particular que me haya atrapado recientemente. Borgen ha sido un suceso. Ya tiene cuatro temporadas y como 30 y pico de episodios. Ese es otro criterio, fíjate: una serie de esas con varias temporadas tiene 30 y pico de episodios. Cónchale, Ka Ina tuvo 164 episodios de una hora. Las Amazonas tuvo 150. En fin, uno dejaba la vida allí escribiendo.—Si tuviera las posibilidades, ¿sobre qué le gustaría escribir o lo considera un capítulo cerrado?—Me han hecho alguna oferta para escribir en estos formatos contemporáneos. Ofertas tentadoras, pero cónchale, no sé. A lo mejor como cantaba Serrat: Las musas han pasado de mí / andarán de vacaciones.
[Melao]

Bosnia y Herzegovina se mataban hasta que llegaba la hora de "Kassandra", la famosa producción de RCTV que salió al aire en 1992
Seguramente ya las viste en las tardes que pasabas en casa de tu abuela y si no, anótalas en tu lista de pendientes. Te traemos las telenovelas preferidas de los periodistas culturales que las ven por gusto y porque la fuente así lo exige. 📺 Catherine Medina Marys es más fanática de las telenovelas brasileñas, pero sus producciones nacionales favoritas son La mujer de Judas (2002), Kassandra (1992), Estefanía (1979), Guerra de mujeres (2001) y Ciudad Bendita (2006), "porque a mí me fascinan los detalles de producción y Venevisión construyó una ciudad como set de la novela".📺 Jován Pulgarín prefiere La dueña (1984), Por estas calles (1992), La mujer de Judas (2002), Topacio (1984) y Mi gorda bella (2002). "Marcó una época porque todo el mundo quería ver cómo era la transformación final de Carolina Espada, que es una mujer bellísima. Eso también habla de las expectativas de una sociedad hacia lo que es lindo: el cuerpo delgado, esbelto. Nos da una idea de esa superficialidad que nos tocaba a todos". 📺 Jorge Roig también es fan de Por estas calles (1992), Mi gorda bella (2002), Cosita rica (2003), Ka Ina (1995) y Angélica Pecado (2000). "Martin Hahn logró reinventar la novela metiéndole un género que hasta ese momento no se había visto, que es el misterio. Nunca olvidaré el capítulo final, donde venía la gran revelación. Incluso se hicieron sorteos en la televisión para que votaras por quien tú creías que era el asesino".📺 Carolina Acosta-Alzuru recomienda La dueña (1984), El sol sale para todos (1986), Estefanía (1979), Juana, la virgen (2002) y Cosita rica (2003). "Estas son cinco telenovelas venezolanas que yo recomendaría, no están listadas en ningún order en particular. En estas cinco hay una variedad de estilos, de épocas en las que fueron producidas y de maneras de dialogar con la audiencia. Se me quedan por fuera de esta selección muchas que me encantaría incluir también".
[Lo recién embotellado]

Tu me traes Nutella, yo te enseño Savoy. Te lees la Guarapita, mientras escuchas esta canción. El último lanzamiento de Danny Ocean: "Volare"
💽 No solo es una simple tienda de vinilos. La promesa de El Marchante va más allá. Es un sitio para reencontrarse con el objeto físico, el disco y crear un puente con la identidad. Se han convertido en una difusión, recopilación e investigación de la música de la región, sobre todo venezolana. Mañana inauguran su tienda física en San Bernardino. Grabarán un episodio en vivo del podcast UN2DEVAINAS de Alí Morales. Estarán El Círculo del Ritmo y Alfredo Naranjo. Aperitivos y musiquita de DJ 's esperan por ti. 📽️ Eduardo Sánchez Rugeles formó parte de un proyecto de novela negra de Ediciones B. El reto: tenía que tener una mujer y un crimen. Así surgió Jezabel, la segunda adaptación cinematográfica del escritor. Esta vez Hernán Jabes se puso al frente de contar la historia de Alain Barral, quien, perturbado, hurga en su pasado, ese el que lo lleva a revisitar el asesinato de Eliana Bloom. Hoy se transmitirá en streaming por 48 horas y mañana tendrá una función especial en Trasnocho Cultural con cineforo y todo. 🎞️ Cualquier cosa, pásate por Mérida. Este domingo se inaugura la 18° edición del Festival de cine venezolano. Luego de estar brevemente en Caracas y ser virtual por la pandemia de covid-19, regresa a su hogar natural. 11 largometrajes de ficción y 9 largometrajes documentales se medirán en competencia. Justamente Jezabel y El exorcismo de Dios de Alejandro Hidalgo, quien estuvo en nuestra edición festivalera, son las películas más destacadas de la selección oficial.📺 Y si quedaste picado con esta edición, Televen estrenará el 18 de julio la última telenovela de Leonardo Padrón, Si nos dejan. Univisión la estrenó a mediados de 2021. Sigue a Alicia Montiel, una ama de casa de 50 años dedicada a su familia y a su esposo, el gran periodista Sergio Carranza. Pero su vida se viene abajo al enterarse de una infidelidad. El rol de las mujeres y las expectativas de la sociedad son algunos de los temas que se exploran en esta producción. Sintoniza a las 9:00 pm.
Por eso cuídate de las esquinas,No te distraigas cuando caminasQue pa' cuidarte yo solo tengo esta vida mía
Yordano le puso su toque alintro de "Por estas calles"Una telenovela emblemática de Ibsen Martínez, que cumplió 30 años de estrenada hace un mes
Guarapita,un destilado deArepita