Guarapita verdosa

No tienes que llegar a la jubilación para vivir un vegetal amor 🌱

Viernes 4 de febrero de 2022

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[Fruta]

Sabia savia por mi cuerpo...

🌴🌻🌵

La venganza de las plantas, generalmente relegadas en las redes sociales por especies que ladran o maúllan: saber de hojas, raíces y frutos puede ser tu oportunidad para chancear en 2022. Una giganta de 20 metros de altura es la diva de moda: la talipot o palma de Ceilán (Corypha umbraculifera), que durante meses desarrollará una de las floraciones más espectaculares de la naturaleza antes de proceder a morir. Una poética agonía que, cual cometa Halley, podrías ver solo una vez, ya que generalmente ocurre solo cuando la palma tiene 60 años o más, y cuyo ciclo vital en este caso simboliza la gradual recuperación de algunas áreas del Jardín Botánico de Caracas.    Andar caído de la mata. Dejar a alguien plantado. Irse por las ramas. Hierba mala nunca muere. Árbol que nace torcido… Hasta los dichos populares parecen sugerir que las más de 320.000 especies de plantas son seres vivos estáticos, pasivos y a veces hasta una molestia arrancable de raíz. A lo sumo, un pasatiempo aburrido para la edad de jubilación. Nada más alejado de la realidad. Pregúntale a Jesús Alberto Castillo, uno de los jóvenes que hace de guía de público para visitar la palma de Ceilán en el Jardín Botánico:“Tener la oportunidad de acompañar esta floración en todas las etapas del proceso lo considero un privilegio, un golpe de suerte. Las plantas guardan un secreto, llevan consigo una paz que no puede ser alterada. Puedes cortarlas, arrancarlas, moverlas y aún así solo siguen creciendo con el único objetivo de florecer, aunque no esté nadie ahí para reconocer su belleza, aunque nunca lleguen a ser polinizadas: solo florecer y ya. Que útil sería para todos nosotros aprender esa lección”, suspira Castillo, excursionista de 30 años de edad.Y Jesús no está nada errado: de manera similar a la leche materna en las humanas, las especies florales (unas 30.000), bajo condiciones de escasez, hacen su mayor esfuerzo con tal de brotar sus capullos más perfectos posibles, esenciales para la reproducción. Por eso, las flores suelen ser el password para distinguir a una planta de otra, pues casi siempre hacen aparición en su máximo esplendor, aunque otras estructuras de la planta hayan quedado más pequeñas o débiles.¿Imaginas algo más sexy que tu apellido inmortalizado en el nombre científico de una planta? Ángel Fernández es uno de los venezolanos que goza de ese privilegio, con especies como la Schistostemon fernandezii que descubrió en la Amazonía. “Me crié en El Marqués (Caracas) cuando no se había construido la Cota Mil y el Ávila se nos metía literalmente en el patio de mi casa”, relata el ingeniero y botánico que dirige el Herbario del IVIC.“Mi abuela, que se crió en la zona rural de Asturias (España), lideraba nuestras excursiones a la montaña y crecí entendiendo las plantas de la manera en que ella las entendía: un pozo profundo de curiosidades que nunca toca fondo. Mi anécdota de la universidad: lo extremadamente sensuales que me parecían los nombres de algunos géneros de plantas. En especial: Aphelandra, Navia, Vellozia, Henriettella, Galactia, Sclerothryx, Amphirrhox… Yo escuchaba aquello y decía ¡wow! Y fíjate, resulta que ahora soy yo un nombre de especie”, sonríe el científico.

Detrás de todo amor animal hay una planta que sirve de base a su ecosistema, y se lo puedes preguntar a Krisna Rodríguez, joven profesora de Biología que no se consideraba precisamente una plantlover. Pero como voluntaria de las áreas verdes que rodean a la Concha Acústica de Bello Monte (Caracas), se malpegó con las perezas que allí abundan. Y por la vía de esa pasión a fuego lento se aficionó al árbol cuyas hojas son el almuerzo favorito de Flash: el yagrumo. Ahora, donde puede, Krisna lleva un retoño de yagrumo a cuestas, lo siembra y trata de echarle luego una visita al menos una vez por semana: “La mejor forma de que un niño se motive para cuidar un ser vivo es que lo cuide, lo apadrine, lo abone, lo hidrate y lo vea crecer hasta que pueda refugiarse bajo su sombra”.Los extintos dinosaurios o mamuts suelen activar nuestras fantasías, y con frecuencia olvidamos que estamos rodeados de criaturas vivas mucho más imponentes, como árboles y palmas de 70 metros o más. “Me enamoré de la familia Arecaceae (palmas) por su valor etnobotánico”, explica Yaros Espinoza, jefa de investigación del Jardín Botánico CCS y coeditora de la web Flora de Venezuela. “Han sido muy aprovechadas por los seres humanos desde la prehistoria y casi siempre una especie local de palma está íntimamente vinculada con la cultura de un pueblo originario asentado en esa zona. De allí extraen frutas, licores, alimentos como el palmito y materiales para viviendas, cestas o utensilios de pesca: para los waraos, por ejemplo, el moriche es la palma de la vida”.“Y la botánica, más que una profesión, terminó siendo también mi estilo de vida. Las plantas siempre te van a dar un regalo o una sorpresa, incluso aunque la sorpresa sea que te salga en Los Pijiguaos (Bolívar) una hormiga 24, que produce una de las picaduras más dolorosas de todo el reino animal. Eso es parte de la experiencia y tengo la suerte de vivir en uno de los 10 países más biodiversos de la Tierra”, resalta Espinoza.“Nací en Argentina y luego me crié entre Illinois (EEUU) y un sitio tan seco como Teherán (Irán): cuando llegué a La Guaira por barco antes de cumplir los 6 años, la vegetación exuberante de la Cordillera de la Costa (en Naiguatá) y luego del piedemonte de los Andes definió mi vocación por la botánica. Todo en Venezuela me parecía mágico”, rememora la profesora Francisca Ely Bali, bióloga de la ULA y una de las responsables de dar oxígeno al Jardín Botánico de Mérida. “Las plantas tienen estrategias para vencer todos los obstáculos y colonizar los ambientes más extremos, y mis favoritas son los bambúes de alta montaña: fuertes, pero flexibles”. Es falso eso de que jamás un tronco se endereza. Si estás interesado en una visita guiada a la palma de Ceilán, contacta a estos panas.

[Caña clara]

El matrimonio perfecto

El profesor Vicente Marcano y su esposa Laura Castillo estudiando líquenes en la Sierra Nevada de Mérida (izquierda); fenómeno de fluorescencia nocturna en líquenes sobre árboles iluminados con lámparas UV (derecha)

Vicente Marcano es biólogo aeroespacial y uno de los profesores de la ULA que intentó poner un cohete merideño en órbita, un proyecto que quedó en standby. Desciende de un prócer margariteño y de dos pioneros de las ciencias naturales y antropológicas: su bisabuelo Vicente Marcano le explicó a los venezolanos de 1873 qué se escondía dentro de una jarra de cerveza. Es atleta de alta competencia de ciclismo de montaña (modalidad downhill) y, junto con su esposa Laura Castillo, tiene una línea de productos naturales. Hablamos con él como autoridad internacional en líquenes.🍄 ¿Y qué es un liquen? «Más que un noviazgo, un matrimonio que une en simbiosis —generalmente— a una planta (un alga) y un hongo, que ni es animal ni planta. Ninguno puede vivir solo de manera libre. Y a través de señales bioquímicas, se dicen: "tú eres el mío". El alga proporciona carbohidratos, es decir alimento, porque tiene actividad fotosintética. Un hongo es como nosotros: desde un punto metabólico, no produce nada, excepto desechos. Pero uno no puede morder la mano que te da de comer. ¿Qué puede aportar el hongo? Espacio, nicho o cobijo para que el alga pueda vivir confortablemente».«No solo eso: el hongo sintetiza ácidos liquénicos, que absorben la radiación ultravioleta (UV) que aniquilaría al alga. Hace 400 millones de años, cuando había 10 veces más UV, esto permitió a los líquenes salir de escondrijos para convertirse en uno de los organismos más competitivos de la Tierra: puede conquistar prácticamente cualquier ambiente: un desierto, una cumbre o la Antártida»🌳 ¿Un liquen es una plaga para un árbol? «Todo lo contrario, más bien debemos promover que un liquen no se desprenda de un árbol, porque evita la aparición de otras especies que sí pueden afectar a la planta, en especial hongos y bacterias. Las sustancias liquénicas como el ácido úsnico tienen propiedades antibióticas, antimicóticas y antivirales, y según estudios recientes, incluso podrían ser anti cancerígenas en humanos»🏭 ¿Un liquen tiene valor comercial? «Yo estudio líquenes porque los amo. Es como la pasión de un artista o un músico. Me parece terrible que valoremos la naturaleza en cuanto a “recurso”, no como algo que estuvo antes que nosotros en la Tierra y debemos respetar. Dicho esto, los líquenes son uno de los principales indicadores de contaminación atmosférica. Gracias a ellos, por ejemplo, pudimos evaluar la presencia de mercurio y otros metales pesados en el valle de Mérida, provenientes de la explotación petrolera en el Lago de Maracaibo»🥾 ¿Un liquen tiene valor turístico? «Estoy en contra del concepto de ecoturismo masivo, porque en algunos lugares como los tepuyes, una pisada o hasta la respiración de una sola persona puede causar un daño irreversible. Podemos, sí, promover un turismo de orientación ecológica, porque no amas lo que no conoces. Ni lo proteges. Algunos líquenes, iluminados de noche con lámparas UV, brillan en la oscuridad —emiten fluorescencia— y esta es una de las técnicas para identificarlos»

[Melao]

Perritos, ratoncitos, cangrejitos, cabritas, camaleoncitos, caballitos o grillitos consuelan a princesas de Disney o protagonizan ellos mismos, pero casi nunca vemos plantas destacadas en Hollywood... con excepciones como Groot. Cinco producciones audiovisuales que podrías ver el fin:1️⃣ La vida privada de las plantas (1994): saquemos la fotosíntesis del clóset con la impelable serie de documentales de Sir David Attenborough, que anda por ahí vivito y divulgando a los 95 años. En 2021 bautizaron un cangrejo en su honor: Attenborolimulus superspinosus2️⃣ La tiendita del horror (1986): no recordamos otra planta carnívora alienígena protagonizando un musical en el que canta "Dame de comer"3️⃣ The Martian o Misión Rescate (2015): cuando Matt Damon era feliz sembrando papas en Marte usando excremento de astronauta como abono, y no lo sabía 4️⃣ La botánica del deseo (2009): a pesar del nombre, sin relación con las flores eróticas de Pink Floyd The Wall. Es un documental que explora cómo el ser humano ha modificado la genética de cuatro plantas deseables por motivos muy distintos: mariguana, papa, tulipán y manzana5️⃣ Fantastic Fungi (2019): te lo dijimos más arriba, chico, no insistas: un champiñón en realidad es más cercano al reino animal, NO es una planta. Pero este es tremendo documental de hongos y lo narra la Capitana Marvel

[Lo recién embotellado]

🌢 Carmen Rosa agarró sus macundales y se fue. El paludismo, la desidia de Ortiz eran insorportables y fue junto con otros a buscar el oro negro. Oficina N°1 es un clásico... y para conmemorar el primer montaje teatral que adaptó la obra de Miguel Otero Silva: Rajatabla y Teatro del Buenpaso ofrecen un espectáculo con 41 actores en escena en el Centro Cultural Chacao desde hoy hasta el 27 de febrero. También realizarán foros gratuitos para meterle el ojo a este periodo, porque entre conversa y conserva nos entendemos a nosotros mismos

✂️ Oriunda de San Félix, quería algo más grande y subió varios escalones para llegar a eso. Quizás su cénit actual es tener entre su filmografía su participación en la megaproducción hollywoodense House of Gucci (2021). La venezolana Ira Fronten interpreta a la ama de llaves de Patrizia Reggiani, el papel al que Lady Gaga dio vida. Su historia, como la de muchos otros venezolanos, es que la formación y el éxito encontró en otras latitudes. Un perfil de la guayanesa

🕵️ La primera banda de ska de Venezuela no para. Desorden Público anunció fechas en la Patria Mamma: Barcelona, Madrid y Valencia (y otras vienen en camino, pero no te duermas en los laureles)✍️ ¿Saliste a la calle y viste un amo mordiendo a su perro? Quizás a partir de ahí sale la próxima obra maestra de las letras venezolanas. El taller Hacer literatura con hechos reales, faciltado por el narrador Lizandro Samuel, se impartirá vía Zoom todos los martes desde el 22/02/2022

 Bébanse la vida,Verán que es dulce como la sandía,con toques ácidos como la mandarina;Miren la vida,Verán que es de colores intensosrojos fresa, verdes limón lima,uvas, moras, naranjas,sin olvidar el mango, amarillocomo el sol de nuestros días;Sientan la vida,Sentirán que tiene muchas texturas,A veces dura como el coco que cae de una palmera,Pero también suave como el melocotón, el duraznoy  la peraSilvia Navarro(El Vigía, 1995) 

Guarapita, un destilado deSoy Arepita