Miércoles 24 de octubre de 2018

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[Relleno]

Poesía contra neolengua: Rafael Cadenas urgió instaurar la normalidad en Venezuela al recibir el premio Reina Sofía. Video: @Gbastidas

El hedor del horror

¿Cómo se experimenta un Estado policial? Lo vemos en Lorent Saleh quien, desde Madrid, cuenta que Katherine Harrington -que hasta el lunes era vice fiscal general-, dirigía torturas bajo el conocimiento de Luisa Ortega Díaz. También lo vemos en la nueva policía migratoria, que sustituye al personal civil en Maiquetía e insiste en preguntarte qué te hace salir o entrar al país.

O quizá cuando un ex guerrillero de las FARC, Rodrigo Granda, viene tan pancho a formar cuadros en la Unerg de Guárico. O cuando al periodista que cubría el evento le obligan a borrar sus grabaciones. O cuando una morgue funciona a temperatura ambiente... en los 40 bajo sombra de Maracaibo. O cuando la ANC nombra como contralor general a Elvis Amoroso, un zamuro cuidando carne, sin independencia alguna.

En la Policía de Chacao, lo que parece un descarado abuso de poder del director impuesto por el Ministerio de Interior, se soluciona con otro abuso de poder: Reverol cambia al liderazgo del cuerpo municipal y el alcalde Gustavo Duque se entera por Twitter. Mientras, Iris Varela llama idiotas a los que culpan al poder central del desborde del Río Guaire y no a alcaldías opositoras, esas a las que les han arrasado presupuesto y competencias.

Somos bacteriales: “El mundo debe aislar al régimen venezolano”, dice Iván Duque, mientras Mike Pence acusa al gobierno venezolano de financiar la caravana de migrantes hondureños. “El Estado venezolano ha sido completamente comido por el narcotráfico”, sentencia en Miami un Luis Almagro cada vez menos diplomático, y le secunda Andrés Pastrana: “Nicolás Maduro es el nuevo Pablo Escobar”. La unidad de la oposición no resolvería por arte de magia el complejo reto del autoritarismo del siglo XXI, pero ayudaría, y ante nuestros ojos ha ocurrido una implosión que ha pasado relativamente inadvertida: la de la MUD.

Una parte de ese liderazgo disperso exigió a la ONU en su sede de Caracas que se le ponga fecha a la visita de Michelle Bachelet, comisionada de Derechos Humanos. Porque sí, aquí se viola hasta el derecho a la geometría euclidiana y el flamante salario mínimo de 1.800 soberanos se gasta en media hora. Porque un trabajador de las empresas básicas no puede pagar lo más básico. Porque hay colas por gasolina en el estado petrolero por excelencia. Porque la basura regada es otro drama que nos restriega nuestras miserias. Porque hasta el gobernador arenita playita, García Carneiro, admite que hay 102 familias damnificadas por las lluvias en Vargas. Porque Maduro quiere que veamos el saldo de nuestras cuentas en una moneda ficticia.       

El deslave también es científico: los empleados del IVIC denuncian que 75% de los laboratorios están cerrados y se están graduando 60 estudiantes donde hace cinco años se graduaban 300. Y académico: las oficinas administrativas de la USB, sin agua, sólo están trabajando cinco horas.Y aún así, una de nuestras universidades privadas más importantes, la UCAB, cumple hoy 65 años, y su subsede de Guayana, 20: “No nos rendimos, tenemos razones para seguir, porque queremos que este país mejore y cambie”, insiste el rector Virtuoso. Y una de las voces que más se ha alzado contra la desnutrición, la doctora Marianella Herrera, es la Dietista del Año para la filial internacional de la Academia Estadounidense de Nutrición.

[Masa]

La nobleza de una derrota

Para Rafael Cadenas, probablemente es un fracaso que muchos le sigan identificando con una Derrota. El que es quizás su poema más famoso, refleja una etapa todavía un poco adolescente de su vida, en la que decía de sí mismo: “no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida”. En un texto de 1969, incluso, afirmaba que la poesía era en sí mismo un fracaso, aunque durara lo que dure el hombre.

¡Arriba cadenas! El barquisimetano ennobleció un poco más todas sus derrotas ayer, al convertirse en el primer venezolano que recibe el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana; y al recordar en su discurso, con medida exquisita para no abusar de un acto principalmente literario, el drama de sus compatriotas. En la Universidad de Salamanca, en la misma tribuna en la que Miguel de Unamuno enfrentó al fascismo, dijo Cadenas: “la palabra crisis aplicada a Venezuela es un eufemismo. Nos urge instaurar la normalidad que solo puede ser democrática”. Protestó al exaltar el valor de su materia prima, la palabra, contra la neolengua del autoritarismo. Sin usar corbata ante una reina, como en “Derrota”, pero desmintiendo el verso de: “no he hecho nada por mi pueblo”.

“A usted el fracaso le salvó de la viveza, tan criolla y que a tantos ha confundido persiguiendo engañosos triunfos, tan deslumbrantes como inmundos y vacíos”, le dijo en un justo tributo el humorista en serio Laureano Márquez, cuya foto grande del paso del tiempo tomamos prestada: “su palabra vivirá más allá de usted y será parte de la hermosa visión de nosotros mismos que heredarán aquellos llamados a conocer un país mejor, distinto al que padecemos hoy, donde la inteligencia arrincone a la barbarie”.  

[Concha]

Píntame Angelinas

“Todos los venezolanos que conocí describieron la situación en su país como desesperada”, dijo Angelina Jolie en condición de Enviada Especial de ACNUR. La actriz anda en Perú visitando y alegrando a nuestros inmigrantes, derrochando clase y haciendo posar al presidente Vizcarra con cara de comezón del séptimo año. Lo que no presentía la ganadora del Oscar es que la desesperación no ha hecho huir a la creatividad, y que una de sus fotos, junto a un refugiado en Lima con arete de galán, daría pie a una de las series de memes más memorables de las que tengamos noticia. Este sí es el verdadero lingotico de oro, porque en este humor colectivo está mucho de lo que somos. ¡Voltea pa que te enamores, Guara Croft!

¿Puedes decir cinco científicas venezolanas antes de abrir este link?

SoyArepita